TERAPIA DE LA DEGLUCIÓN: La disfagia
desgraciadamente acompaña en muchas ocasiones a la patología que nos ocupa, ya
sea en niños con parálisis cerebral u otras causas o en adultos que cursan
sobre todo con paresias o con incoordinación neuromuscular, lo que limita la
calidad de vida y puede llevar al paciente a la muerte por desnutrición o por
broncoaspiración. La terapia depende de la colaboración de foniatras,
fisiatras, cirujanos, otorrinos, dietistas, psicólogos, familiares y del propio
paciente.
A grandes rasgos podemos decir que si se
estimula los labios, la lengua y la faringe se está contribuyendo a la fase
oral y faríngea de la deglución debido a que se aumenta la motilidad de esa
zona y se mejora el fisiologísmo alterado. Las conocidas técnicas de mímica
facial, abuchar las mejillas, extender y proyectar los labios, de contractura
velar y faríngea, los movimientos linguales y los ejercicios articulatorios son
válidos para este fin.
Las técnicas masticatorias son de gran
utilidad para los órganos que participan tanto en la deglución, en la
articulación y en la emisión vocal porque envuelven todo un conjunto de
movimientos coordinados de músculos relacionados entre sí y que son los
responsables de estas tres actividades biológicas que se afectan casi por igual
en muchos pacientes. Estos ejercicios y otros contribuyen también a disminuir
el babeo característico en estos casos por paresia y falta de control de
labios, mejillas y lengua y por la propia dificultad deglutoria. La adecuación
de la dieta, el uso de la cuchara y el vaso y el mantenimiento de una postura
corporal adecuada complementan esta terapia.
POSTURA CORPORAL: Una buena postura
corporal es importante para la adecuada emisión de los sonidos, una buena
respiración para los efectos del habla y la voz, un eficiente desarrollo
articulatorio y una mejor deglución. Estas técnicas incluidas en el llamado
tratamiento neuroevolutivo desarrollado por Bobath tienen como meta la
facilitación del tono postural normal. En los niños espásticos reducen el tono
y en los flácidos tienden a normalizarlos, además de crear patrones de
movimientos adecuados. Remitimos al lector al capítulo correspondiente de esta
obra.
TERAPIA REHABILITATORIA ORAL: El éxito
de la terapia depende del conjunto de síntomas y signos neurológicos,
musculares, respiratorios del habla, la voz, el estado físico y psíquico en
general, de la cooperación del paciente y de su entorno familiar y social, del
nivel de aspiraciones, de su edad, de su inteligencia, de sus posibilidades de
asistir a la terapia con regularidad y por supuesto, del interés y la
preparación del terapeuta.
Los movimientos enlentecidos, limitados,
rígidos e imprecisos de los órganos fonoarticulatorios, propios de la
disfunción neuromuscular deben tratarse, al igual que la insuficiencia y la
mala coordinación fonorespiratoria. La idea es que cada técnica vaya acompañada
de sonido vocal. Como ya dijimos, no olvidar la postura corporal y el
tratamiento de otros movimientos y funciones biológicos tan importantes como la
masticación y la deglución. Utilizar cuando sea posible, la retroalimentación
táctil, visual, auditiva, cinestésica y propioceptiva (posición y estado de
diferentes órganos) Hay que recordar que la terapia es dinámica y que una
técnica funcional puede servir para más de un problema y que una técnica que
sea efectiva en un paciente, a lo mejor no lo es con otro que tenga el mismo
problema. Habrá entonces que encontrar la más conveniente para esta nueva
situación.
TERAPIA PARA LA ARTICULACIÓN: Los
problemas de pronunciación están presentes en mayor o menor grado en la inmensa
mayoría de los pacientes con espasticidad, flacidez, incoordinación muscular o
trastornos del movimiento. Debe observarse una lógica en la secuencia de
indicaciones de las diferentes técnicas, en dependencia de la alteración
cuantitativa y cualitativa que tenga el enfermo. No es lo mismo la dificultad
que va a exhibir un paciente anártrico, con quién es necesaria comenzar quizás
con ejercicios prearticulatorios y con la creación de cada fonema, que el
paciente con restos disártricos con quién se podrá comenzar con ejercicios de
sobrearticulación en oraciones y conversación. Las siguientes técnicas, bien
manejadas por el especialista tienen efectos positivos sobre la articulación .
Ejercicios
prearticulatorios: Técnicas de fortalecimiento y de coordinación de
mejillas, labios, lengua y velo (inflar mejillas, pasar el aire de una a la
otra, atrapar aire entre dientes y labios, movimientos de extensión,
proyección, lateralización y rotación de los labios, exteriorizar e introducir
la lengua, moverla en las 4 direcciones, tocar con la lengua el paladar duro,
los carrillos, las regiones internas y externas de los labios, empujar con ella
los dientes con la boca cerrada, tocar ambas mejillas con la lengua, sacarla y
dejarla quieta por unos segundos fuera de la boca, degustar, deglutir, hacer
chasquidos con la garganta, soplar. Mímica facial (imitar el lanzamiento de un
beso, un silbido, fruncir la frente, cerrar y abrir fuertemente los ojos, la
boca, hacer muecas, subir las cejas.
Extenso proyección bilateral funcional
sonora, masticación sonora amplia, sinquinesia maxilo-bucal.
Ejercicios
articulatorios: Creación del esqueleto fonemático de los diferentes sonidos
verbales del idioma (sigmoterapia, funcionalismo J, vibración bilabial, arco
lingual funcional, funcionalismo P, K, G, etc, en dependencia de los fonemas
que haya que crear y continuar con los pasos establecidos hasta la
automatización del fonema), funcionalismos fonemáticos, habla silabeada,
técnicas de sobrearticulación en palabras, frases, oraciones y conversación,
cuchicheo extenso e intenso, sincronización entre la escritura y el habla,
lectura fraseológica. Habla con lentitud exagerada. Técnicas instrumentales
para controlar los movimientos involuntarios en atetosis, corea, distonía que
interfieren en la ejecución de los movimientos finos para hablar.
TERAPIA PARA LA RESPIRACIÓN: Es un
acápite particularmente tomado en una buena parte de pacientes con trastornos
de flacidez, problemas extrapiramidales, espásticos y de coordinación. A veces
se trata de capacidad vital disminuida por insuficiente actividad de los
músculos inspiratorios, otros por rigidez, posturas distónicas, falta de
coordinación de músculos agonistas y antagonistas, de emisión y espiración, de
movimientos torácicos y abdominales, pobre cierre glótico. Es necesario
dilucidar este problema primero ya que de ello depende si se aplica o no de
entrada la terapia respiratoria y el pronóstico resolutivo del síntoma y del
trastorno vocal o de fluidez que genere. El paciente con parálisis
pseudobulbar, el que padece de enfermedad de Wilson, el parkinsoniano y el niño
con PCI en los que la inspiración es poco profunda y la espiración es en
sacudida por no distensión diafragmática progresiva son los que más se benefician
con esta terapia. Entre las técnicas habrá que escoger las más sencillas
gimnasia respiratoria (toma del aire nasal y expulsión, cierre y lenta por la
boca. Toma de aire acompañada de movimientos de expansión torazo-abdominal.
Toma de aire con control espiratorio abdominal, etc). Relajar abdomen en
inspiración y contraer durante la espiración. Espiración con sonido neutro,
controlando el tiempo de fonación que debe ser cada vez más largo. Espiración
con pequeñas frases, agregándole cada vez una palabra hasta hacerla bien
prolongada. Contar la mayor cantidad de números con una espiración o decir la
mayor cantidad de palabras, o dar la mayor cantidad de pasos. Staccato
continuado con una sola espiración o coincidiendo con cada soplo espiratorio.
Acostado, el abdomen sube durante la inspiración y baja durante la espiración.
TERAPIA FONATORIA: Los diferentes
atributos de la voz se toman en los disartricos en dependencia de la toma
respiratoria, la toma velar, la toma laríngea y el componente emocional y psicológico
que la acompañe. Así la intensidad, el tono vocal, el timbre, la prosodia y la
resonancia están tomados en mayor o menor cuantía en las patologías que dan
paresias y parálisis, en las que producen ataxia, espasticidad y movimientos
sin control.
TÉCNICAS PARA LA RESONANCIA NASAL
AUMENTADA: Funcionalismos, P, K, S. Soplos de jadeos solos o combinados, s-t
(ssssst), denasalización a partir de la J y la S, staccato con K y P,
sinquinesia físico vocal (empuje), modificación de la posición de la lengua, cuchicheo
intenso y extenso,
sobrearticulación, aumento de la
intensidad, disminución del tono, mayor apertura oral. Retroalimentación
auditiva. Prótesis elevadora del velo que mantiene el paladar blando en
posición alta y facilita la aproximación de las paredes faríngeas. Colgajo
faringe-velar (faringoplastia).
TÉCNICAS PARA AUMENTAR LA INTENSIDAD VOCAL
Y MEJORAR EL TIMBRE PARÉTICO: Ejercicios respiratorios, técnicas de empuje,
conteo numérico con apoyo abdominal, palabras, frases y oraciones con apoyo
abdominal, emisión con ruido competitivo y con encubrimiento aprovechando el
efecto combad. Sobrearticulación, aumento de tono, toser, aclarar la garganta,
mayor apertura oral, staccato.
TÉCNICAS PARA DISMINUIR LA INTENSIDAD
VOCAL: Masticación Sonora Normal, susurro, técnica relajatorias locales o
generales, bostezo-suspiro, bajar el tono, contraste de intensidades,
sinquinesia maxilo-vocal.
TÉCNICAS PARA MEJORAR EL TIMBRE
ESPÁSTICO: Relajación general, ejercicios relajatorios de tracto
Buco-faringo-laríngeo (Masticación Sonora Natural Masticación Sonora Verbal,
sinquinesia maxilovocal, emisión con inclinación de la cabeza, con rotación de
la cabeza, técnica espiratoria de la disfonía, técnica de bostezo-suspiro,
relajación de la musculatura de labios, lengua y mejilla durante la emisión de
sonidos, palabras, frases, oraciones y conversación, susurro, terapia de canto.
TÉCNICAS PARA MEJORAR LA PROSODIA: Para
la monotonía: terapia de canto, conversación mediante canto, variar patrones
altos, bajos y finos de tono, intensidad, acentuación o duración. Imitar
patrones de entonación del terapeuta, imitar tonos. Repetición de oraciones
marcando entonación, oraciones interrogativas, y afirmativas, contraste entre
ellas, asociaciones contrastadas (es fuerte, ¿verdad?). Repetición de oraciones
marcando elementos de enlace, variando intensidades. Interjecciones (¡ah!;
¡Qué!, ¡Como!, ¡una!, etc. Staccato con cambio de intensidades y de tono. Para
la disentonía (biacentuación, entonación exagerada): emisión de sonido neutro
monótono, habla monótona, técnicas relajatorias. Imitación de patrones de entonación, Masticación Sonora Natural,
Masticación Sonora Verbal, sinquinesia maxilo-vocal, cuchicheo y
retroalimentación auditiva.
TÉCNICAS PARA LA FLUIDEZ: Técnicas
respiratorias, técnicas de ritmo y entonacionales, Masticación Sonora Natural,
Masticación Sonora Verbal, técnica espiratoria de la tartamudez, técnicas
relajatorias, terapia de canto, staccato.
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